El galés se muestra serio e impasible en la victoria del Real Madrid ante el Sevilla
El Real Madrid ha dado un golpe encima de la mesa para prácticamente atar el título de La Liga, con remontada incluida y un final de infarto. Este apoteósico partido desató la euforia de los jugadores del Real Madrid, que celebraron en el vestuario con gran alegría dicha victoria.
Los jugadores se abrazaban, cantaban, incluso Ancelotti celebrara eufórico el 2-3 de su equipo en el Sánchez Pizjuán. Pero el jugador que más destaca en esa imagen es, ni más ni menos, Gareth Bale. El galés, apartado, estaba serio y absorto en sus pensamientos, dejando claro que está totalmente aislado del equipo.
Bale está viviendo una temporada en el ostracismo más absoluto. A sus 32 años, acaba contrato este mismo verano y se deberá buscar otro destino. Esta mismo temporada apenas ha disputado 283 minutos en Liga, y solamente siete minutos en Champions League repartidos en dos partidos. Una participación prácticamente nula.
