La Juventus empezó su andadura europea con una victoria cómoda sobre el Dinamo de Kiev por 2-0, aunque el partido no se sentenció hasta los minutos finales. Durante todo el partido la Juve se sintió cómoda sobre el césped, desde el pitido inicial el Dinamo optó por cederles el balón, estar replegados atrás, con las líneas bien juntas y aprovechando los contragolpes en las pérdidas que sufría el conjunto visitante en el ataque.
El mejor de la Juventus durante la primera mitad fue Chiesa, recién fichado de la Fiorentina en este mercado de verano. El extremo debutaba en la máxima competición del fútbol europeo a nivel de clubes con la Juventus, desde el principio se le vio muy motivado y perfilando en todo momento hacia la portería defendida por el ucraniano Bushchan. Comenzó el partido en la banda derecha pero cambió la posición con Cuadrado y en esa banda aportó velocidad, regate e incluso varios remates que uno estuvo muy cerca de convertirse en el primero de no ser por el portero ucraniano, sin duda el italiano fue lo mejor de la Juve en la primera parte.
Las ocasiones de la Juve vinieron precedidas por algún error a balón parado de Bushchan, el disparo cruzado de Chiesa y una buena parada del portero local al remate de tacón de Kulusevski, tras una buena jugada de Chiesa y Ramsey. Lo mejor para el Dinamo de Kiev en el descanso era el resultado, por parte de la Juve lo mejor eran las ocasiones con las que generaba mucho peligro ya que el Dinamo en ningún momento incomodó la portería defendida por Szczesny.
El inicio de la segunda parte supuso el gol que abría el marcador en el Olímpico de Kiev, el español Álvaro Morata marcaba el primer gol de esta edición de la Champions tras una buena jugada del equipo italiano. Betancour abría para el eléctrico Chiesa que, tras irse de dos rivales la cedió a Ramsey quien de tacón dejaba solo a Kulusevski, pero su remate fue despejado al medio por Bushchan y Morata en el rechace remataba a placer para poner el 0-1 en el mercador.
Nada cambió después del gol, el Dinamo de Kiev seguía replegado atrás y la Juve controlaba el partido evitando cualquier sobresalto que supusiese el empate en el marcador. A falta de seis minutos para el final, de nuevo Álvaro Morata anticipándose al defensa, remataba de cabeza el centro de Cuadrado y sentenciaba el partido a falta de seis minutos para el final más el añadido. Tras el segundo gol, el Dinamo de Kiev tiró de orgullo para intentar al menos marcar un gol ante su afición y tuvo más ocasiones que durante el transcurso de todo el partido, aunque las llegadas eran con cierto peligro los remates a portería no suponían ningún peligro para Szczesny.
La Juventus de Pirlo estrenaba su casillero de puntos en esta fase de grupos con los 3 logrados ante el Dinamo de Kiev dejando buenas sensaciones, pero con la mala noticia que supone la lesión del central Chiellini.
