Chelsea y Tottenham se disputaban el liderato de la Premier League en Stamford Bridge en un partido donde la igualdad en el terreno de juego no ha permitido que haya muchas ocasiones. Empezaba dominando el Chelsea con un buen control del balón ante el repliegue de los Spurs que no renunciaban al contragolpe y poner en serios aprietos a la defensa blue. De esta manera llegaron las primeras aproximaciones, el Tottenham sabía muy bien lo que hacer, tenía el mismo plan que la semana pasada cuando venció al Manchester City, el mínimo error del rival aprovecharlo y materializar las pocas ocasiones de las que disputasen, aunque el tiro del joven Bergwijn se marchó desviado de la portería defendida por el senegalés Mendy. Respondía al momento el Chelsea con un golazo de Timo Werner que aprovechó el error del central Rodon para abrir el marcador, pero el delantero alemán estaba ligeramente adelantado por lo que el gol se invalidó. No hubo muchas más ocasiones en la primera mitad, ningún equipo quería perder y el miedo a cometer errores les llevó a una primera mitad sin apenas ocasiones, pero con dominio de los de Lampard.

En el segundo tiempo más de lo mismo, se reanudaba el partido con dominio del Chelsea y ocasiones, aunque esta vez todas provenían del equipo blue, hasta en dos ocasiones Tammy Abraham pudo abrir el marcador tras los centros del lateral James, pero no conseguía rematar y generar peligro ante Hugo Lloris. El transcurso del partido fue igual que en la primera mitad, no se podía decir las defensas ganaban a los delanteros, ni mucho menos, la importancia, el protagonismo del partido lo tuvieron los medios-centros de ambos equipos que con su trabajo impedían cualquier acercamiento a su área. Hasta que llegó el minuto 80, en los últimos minutos fue cuando más ocasiones se crearon siendo Lloris el protagonista con una increíble parada al disparo de Mason Mount desde la frontal del área, se animaba el partido. En la siguiente jugada replicaba el Tottenham con un centro del coreano Son que tuvo que despejar Mendy cuando Reguilón solo tenía que empujar el balón.

El Chelsea buscaba la victoria y la pudo conseguir con el recién ingresado al terreno de juego Giroud que no conseguía cabecear el centro de James ante la salida en falso de Lloris que terminaba despejando Aurier. Finalmente, reparto de punto en el derbi londinense donde el equipo dirigido por Mourinho mantiene el liderato y el equipo de Lampard se sitúa tercero y tras más de un mes se iba del partido sin conseguir anotar ningún gol.