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Van der Poel reina en París-Roubaix ante el infortunio del Jumbo-Visma

El neerlandés se hace con el “Infierno del norte” y cierra una primavera para la historia

Mathieu Van der Poel ha conseguido el monumento con el que tanto soñaba. Una prueba que se le adapta a las mil maravillas, pero que las dos veces anteriores que ha corrido no ha conseguido ganar. En 2021 quedó tercero y el año pasado, octavo.

Este año llegaba después de ganar Milán-San Remo y ser segundo en el Tour de Flandes, sólo por detrás del genio que todo lo puede. Antes de comenzar la carrera partía como el gran favorito junto a Wout Van Aert y lo ha cumplido. Suma su cuarto monumento: 2 Tour de Flandés, 1 París-Roubaix y 1 Milán-San Remo.

El Jumbo-Visma sufrió dos pinchazos claves

Alrededor de las 11:00 de la mañana arrancaba la carrera con 256 kilómetros por delante del denominado el “infierno del norte”. La prueba fue rapidísima, de hecho es la más rápida de la historia, ya que la completaron en tan sólo 5 horas, con una media de 47 km/h. En las primeras dos horas, muchos ciclistas intentaron coger la fuga, entre ellos Peter Sagan, quien acabo retirándose por una caída. Los Movistar estuvieron muy activos en esta parte de la prueba, sobre todo con Oier Lazkano, pero sin éxito. Iván García Cortina fue el mejor español en la posición 32.

El Jumbo-Visma intentó poner la carrera patas arriba. Cuando quedaban 100 km para la llegada, arrancó Wout Van Aert con Christophe Laporte. Los únicos que pudieron seguir esa arrancada fueron John Degenkolb y Van der Poel. Este ataque se realizó antes de llegar al bosque de Aremberg. Cuando llegaron a una de las zonas más importantes de la carrera, y más históricas, se produjeron muchas caídas, además del pinchazo de Laporte, quien dejó al equipo neerlandés en inferioridad frente al Alpecin.

La prueba siguió avanzando y poco a poco se fueron quedando corredores del grupo de delante. De haber 13 hombres en cabeza, se jugaron la carrera entre siete. Van der Poel, Van Aert, Filippo Ganna, Mads Pedersen, Jasper Philipshen, Degenkolb y Stefan Kung. Antes de llegar al Carrefour de l´Arbre, Jumbo intentó volver a la cabeza con Nathan Van Hoydonk y de nuevo, Laporte que peleó hasta el final. Pero no tuvieron opción alguna.

De la caída de Degenkolb, al pinchazo de Van Aert

En el Carrefour de l´Arbre se desató la batalla final. En el inició del tramo, Philipshen aceleró la marcha, Van der Poel se quiso poner a rueda de su compañero y lanzar su ataque. Pero se topo con Degenkoolb, que acabó en el suelo tras tener un choque con los dos Alpecín. Muchos aficionados pedían sanción para Mathieu, pero finalmente no consideraron los jueces que hubiera nada irregular en la acción.

Después de la caída, Wout Van Aert lanzó su ataque para marcharse en solitario, pero el neerlandés, Mathieu Van der Poel siguió su estela y cogió la rueda del belga. Luego el corredor del Alpecin lanzó su ataque y se marchó sólo en busca de la victoria. Cuando parecía que el belga se quedaba porque no podía seguir a Van der Poel, y resulta que el problema es que pinchó la rueda trasera. En ese momento, se acabaron las opciones del líder del Jumbo-Visma. El “elegido”, se fue en busca de la gloria, que le estaba esperando en el velódromo para agrandar su leyenda.

La fiesta del Alpecin Deceuninck no se quedó en la victoria de Van der Poel, sino que Philipshen venció el sprint a Van Aert y terminó en segunda posición firmando un doblete histórico. Wout, se tuvo que conformar con la tercera posición, en un día para olvidar para su equipo, que tuvo hasta cuatro pinchazos y una caída, que los dejaron sin opciones de obtener el triunfo. Van der Poel consiguió la gloria, Van Aert se quedó con la cruz de la mala suerte. La diosa de la fortuna se vistió de neerlandesa.

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