La excelente racha de resultados ligueros que está atravesando el Atlético de Madrid en estas últimas fechas se debe al aumento de nivel de grandes jugadores que quizás tenían la mente en el mundial a principio de temporada. Uno de ellos es Nahuel Molina, fichaje del pasado mercado de traspasos veraniego que llegó al Atlético de Madrid para convertirse en dueño y amo de la banda derecha del conjunto rojiblanco.
Un comienzo algo titubeante con una expulsión en su debut en el Metropolitano sembró las dudas sobre su contratación. Eso sí, una vez asentado en el equipo, el lateral está cuajando varios encuentros sensacionales.
Un comienzo difícil para Nahuel
Cierto es que el elevado precio que pagaron desde el Metropolitano al Udinese no aseguraba rendimiento inmediato. Se fichaba a un lateral que es titular en la selección argentina, pero que llegaba a un equipo nuevo con un estilo de juego diferente al de su actual equipo. Tenía como misión hacer olvidar el nombre de Kieran Trippier, que había salido meses antes rumbo al Newcastle. Además, su contratación liberaba a Marcos Llorente de tener que actuar en esa posición.
Sus primeros meses generaron dudas en la afición rojiblanca, ya que las constantes imprecisiones y la falta de conexión en los pases con Llorente no funcionaban. No terminaba de arrancar el jugador por el que se hizo una gran apuesta y un gran desembolso de dinero para su fichaje. En muchas ocasiones, Simeone optaba por sustituirlo en las segundas partes y retrasar a Llorente a esa posición. No eran buenos momentos del lateral.
Después de Qatar… todo cambió
Se fue a jugar el Mundial con Argentina y volvió completamente diferente. La mente que tenía gran parte de la plantilla en la cita mundialista hizo que el equipo que cayera eliminado de toda competición europea y que quedara muy lejos de la primera posición en el torneo doméstico. Eso sí, una vez concluida la cita de Qatar, la plantilla rojiblanca cambió por completo el chip y se está notando en el juego. Nahuel Molina parece asentarse ya en la posición de lateral derecho y gran parte de culpa la tiene su increíble mejora de nivel en sus últimas actuaciones.
El colofón a estos últimos partidos para el argentino fue el gol que abrió el marcador en el estadio de Vallecas frente al Rayo Vallecano. El argentino, que cada vez se encuentra más cómodo y más suelto en el juego rojiblanco, culminó una contra perfecta ejecutada por Griezmann, Carrasco y Morata para colocar el 0-1 en el marcador con una gran definición. Además, le dedicó el gol a su compañero Ángel Correa.
