Gareth Bale de penalti igualó el gol inicial de Timothy Weah para darle el primer punto a su selección. Estados Unidos fue superior en la primera mitad, pero los británicos lograron revertir la situación para poder, al menos, sumar.
La superioridad estadounidense dio su fruto
El partido comenzó con varios minutos de tanteo, con posesiones largas por parte del conjunto norteamericano mientras los galeses esperaban un posible contragolpe. Serían los estadounidenses los primeros en dar un susto en una doble ocasión, provocada primero por un centro de Weah que Rodon casi introdujo en su propia meta, e inmediatamente por otro centro desde la banda contraria que acabaría con un remate de cabeza de Sargent al palo. Estados Unidos siguió siendo la dueña de la posesión y a pesar de no crear demasiado peligro, conseguirían mantener lejos de su meta a la selección rival.
Fruto de este dominio del equipo de Gregg Berhalter, llegaría el primer gol del encuentro. Una combinación rápida en la que Pulisic filtraría un pase hacia la carrera de Weah acabaría con la excelente definición con el exterior del jugador del Lille ante la salida de Hennessey, que no pudo hacer nada. Además, lejos de reaccionar y acercarse al empate, Gales siguió mostrándose incapaz de reducir la superioridad de la que Estados Unidos gozó la primera mitad. Con poco más se llegaría al descanso de este duelo, con la selección liderada por Gareth Bale por debajo en el marcador y siendo claramente superados.
Bale se hizo protagonista para igualar el encuentro
Gales salió mucho mejor en la segunda mitad, instalado la mayoría del tiempo en campo rival gracias en parte al ingreso de Kieffer Moore, que estuvo muy bien jugando de espaldas para alargar las posesiones de su equipo. El balón parado supuso un peligro constante para los galeses en este tramo de partido. Primero, Ben Davies hizo esforzarse a Matt Turner para desviar su cabezazo y mandar a córner. En ese mismo saque de esquina, Moore remató con la testa también, libre de marca, pero su intento se marchó rozando el larguero.
A pesar de que el dominio del balón le pertenecía al conjunto de los dragones rojos, las ocasiones brillaban por su ausencia. Sin embargo, un saque de banda rápido provocó una jugada por la banda derecha; Ramsey levantó la cabeza y puso el balón raso hacia Bale, que provocó el penalti ante un Zimmermann que no estuvo muy hábil. El propio ex-madridista ejecutaría la pena máxima a la perfección para poner el empate en el marcador en el minuto 82. Estados Unidos intentó reaccionar pero ya fue demasiado tarde para volver a ponerse por delante, a pesar de que lo intentaron con varios centros al área, que no obtuvieron premio. Los británicos también lo intentaron pero más tímidamente, ya que parecían conformarse con el empate.
El partido finalizó con 1-1 en el luminoso, por lo que tanto Estados Unidos como Gales conseguirían un punto en un grupo liderado por Inglaterra tras su victoria ante Irán. Todo abierto para estos dos equipos que tendrán que esforzarse en sus próximas citas para sacar los puntos suficientes y poder pasar a las rondas eliminatorias.
Ficha técnica
Estados Unidos (4-3-3): Turner; Dest (Yedlin, 74′), Ream, Zimmermann, Robinson; McKennie (Aaronson, 66′), Tyler Adams, Musah (Acosta, 74′); Weah (Jordan Morris, 88′), Sargent (Wright, 74′), Pulisic.
Gales (3-5-2): Hennessey; Mepham, Rodon, Ben Davies; Connor Roberts, Ramsey, Ampadou (Morrell, 90+5′), Harry Wilson (Sorba Thomas, 90+3′), Neco Williams (Brennan Johnson, 79′); Gareth Bale, Daniel James (Kieffer Moore, 45′).
Goles: Weah (36′), Gareth Bale (82′, p.).
Amonestaciones: Dest (11′), McKennie (13′), Gareth Bale (40′), Mepham (45+2′), Ream (51′), Acosta (90+10′).
Estadio: Ahmad bin Ali Stadium.
