El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a menos de 24 horas del arranque del Mundial de Catar, se subió al escenario de uno de los auditorios del centro de prensa de Doha, donde respondió y reflexionó sobre todas las criticas por la celebración en Qatar de este Mundial.
«Hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante. Yo no defiendo a Qatar, ellos se defienden solos. Yo defiendo el fútbol y la injusticia».
«Me recuerda a mi historia personal porque soy hijo de trabajadores migrantes. Sé lo que quiere decir ser discriminado, ser acosado como extranjero. Como niño que fui discriminado porque era pelirrojo, porque tenía pecas y hablaba mal el alemán».
«Lo que es triste es que, especialmente en las últimas semanas, hemos asistido en algunos lugares a una verdadera lección moral. De doble moral, diría yo».
«Así que empecemos por los trabajadores migrantes, si me lo permiten. Hemos dado muchas, muchas lecciones de algunos europeos, del mundo occidental. Soy europeo, en realidad. Soy europeo. No solo me siento europeo. Creo que por lo que hemos hecho los europeos en los últimos 3.000 años en todo el mundo, deberíamos pedir perdón por los próximos 3.000 años, antes de dar lecciones de moral a la gente. Pero… esta lección de moral, unilateral, es solo hipocresía».
«Entre las grandes empresas que ganan miles de millones en Qatar, ¿cuántas se han preocupado por la suerte de los trabajadores migrantes? Ninguna, porque un cambio en la legislación significa menos ingresos. Nosotros lo hicimos. ¿Por qué nadie nos lo reconoce?».
