Los de Sergio González se marchan al parón a solo un punto de salir del descenso y eliminados de la Copa del Rey. Esto puede ser positivo o negativo, todo es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
Entre el bien y el mal podemos dividir esta primera parte de la temporada para el Cádiz. Y es que todo parece ser cuestión de ver el vaso medio o medio vacío. Que cada cual saque sus propias conclusiones y argumente sus diversos supuestos. Lo único que se saca de esta situación en consonancia, tanto los de un lado como los de otro, es que el equipo necesita argumentos de calidad.
Dividiendo estos supuestos, podemos ver como desde la parte negativa, vemos a un Cádiz en descenso, eliminado de la Copa del Rey tras un desastroso encuentro en Irún y con una plantilla muy justa en cuanto a gol y calidad se refiere.
Podemos añadir aquí, a fichajes que, o no han dado el rendimiento que se espera de ellos todavía, o que simplemente no han contado con más oportunidades debido a su bajo nivel futbolístico. Sin señalar a muchos de estos, hay dos casos en concreto que generan muchas dudas, como es el de Antonio Blanco y Awer Mabil.
En una temporada atípica, donde un parón mundialista hará que las competiciones nacionales se paren algo más de un mes y medio, cada punto y cada situación positiva es clave. No obstante, para el Cádiz esto se multiplica debido a un nefasto inicio de temporada del cual todos sabemos el porqué.
Medio vacío
Si nos ponemos en el lado del vaso medio vacío, son solo dos victorias en catorce jornadas con un balance de solo 9 goles a favor y 26 en contra. Estamos ante el equipo que menos goles anota y el segundo empatado con el celta que más recibe. Lidera esta lista el Elche con 31 goles en contra. La cifra anotadora no es óptima para un conjunto que quiere salvar la categoría. Este, es uno de los argumentos que coge más fuerza para esa parte que ve el lado negativo de este principio de liga.
Tampoco ayuda la buena situación con respecto a juego y clasificación de rivales directos. Una gestión del mercado más positiva que la del Cádiz o un modelo de juego que por circunstancias no se ha visto muy modificado hacen que rivales directos, como por ejemplo Mallorca o Almería gocen de una momentánea tranquilidad en el campeonato.
Medio lleno
Pero la positividad y el ver todo desde otro punto de vista también entra en los planes de muchos aficionados que intentan no verlo todo como un desastre. Situándonos en la otra parte, la del vaso medio lleno, el equipo actualmente solo estaría a un punto de salir del descenso. Es decir, el 31 de diciembre el Cádiz podría acabar el año fuera de esos puestos que colorean en rojo la clasificación.
Siguiendo el hilo de la positividad, el equipo de Sergio González a conseguido mejorar en muchos aspectos de su juego. Con una racha de cinco encuentros empatados y una victoria antes del tropiezo de Vallecas, el equipo parecía cada vez más sólido defensivamente y proponiendo más argumentos en ataque. No obstante, la falta de gol es el hilo que une las dos posturas. Y es que la falta de gol es algo objetivo. Quien no lo vea es porque tiene una venda en los ojos.

Con un mercado de invierno a la vista donde los refuerzos y las salidas están a la orden del día, el Cádiz necesita reflexión. Pero no solo de sus jugadores, si no desde las altas esferas. Un tiempo de descanso, de pensar, de ver donde estamos y hasta dónde podemos llegar. De ver hasta donde estamos dispuestos a llegar para salvar a un equipo que necesita nuevos ídolos. Ídolos que hagan alentar a una afición que los necesita. Ídolos que aporten esperanza, buen juego y amor por el escudo. Un golpe de aire fresco, un sondeo masivo del mercado.
Con muchos de los jugadores actuales e incorporaciones que aumenten el nivel, el Cádiz podrá competir de tú a tú a cualquier equipo de Primera División. El aficionado cadista pide, ya incluso con desesperación, un encuentro tranquilo de su equipo. El intento de ir a por jugadores que sorprendan y que hagan que los equipos rivales tengan más que respeto por la visita del Cádiz. Un pequeño esfuerzo puede hacer que estemos en el lugar que nos merecemos, y es en la categoría más alta del fútbol español. Hacedlo por el bien del Cádiz y de su gente.