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Los titulares de esta semana en Europa

La conclusión de la penúltima jornada de fútbol de clubes, previo a la cita mundialista, ha dejado varios protagonistas decisivos en el panorama europeo en la antesala del parón.

La pericia de Osimhen dio alas al Nápoles

La fe del atacante nigeriano le abrió un resquicio al equipo de Spalletti para alzarse con su décimo triunfo liguero consecutivo. Cuando atacó -con total decisión- un centro de Hirving Lozano, que Razvan Marin controló (sin ninguna tensión) en área propia, interponiéndose en la trayectoria entre el jugador rumano y el esférico, para ser derribado en área contraria. El extremo mexicano transformó la pena máxima, a veinte minutos del final, tras unos instantes en los que, recién salido del banquillo, comenzó a sembrar discordia en la inalterable estructura defensiva visitante, de un modo que el ataque conformado por PolitanoOsimhenRaspadori apenas fue capaz. Apurando línea de banda con su explosividad característica en carrera y suponiendo una amenaza constante para la defensa contraria con permanentes desmarques de apoyo, que aportarían una fluidez necesaria a la circulación de los locales.

En definitiva, la intervención del que fuera atacante del Lille desbloqueó un encuentro en el que el cuadro partenopeo (nuevamente sin Kvaratskhelia) dominó por completo mediante la posesión. Sin embargo, se vio seriamente lastrado por las ausencias del extremo georgiano y de Lozano, lo cual complicaría su labor de neutralización de la ordenada estructura defensiva de los de Paolo Zanetti, quienes defendieron con 10 jugadores -a excepción del ariete Satriano- y redoblaron las ayudas en las bandas, con acierto, conteniendo el caudal ofensivo azzurri. Zielinski cerraría el triunfo del conjunto napolitano, al rematar de primeras un centro servido por el mexicano desde la derecha, frente a un contrincante mermado por la expulsión de Luperto por doble amarilla. Con este sufrido triunfo, el Napoli aumenta su ventaja en lo más alto de la clasificación a ocho puntos de ventaja sobre sus perseguidores, después del empate a cero del Milan ante el Cremonese.

El Bayern cierra el 2022 en el Allianz Arena de modo triunfal

En el último partido oficial en el templo bávaro en 2022, los de Julian Naggelsmann han vuelto a hacer gala de la versión más voraz y agresiva de su propuesta futbolística, pese a un inicio dubitativo. El partido comenzó con un tempranero gol de Jamal Musiala, quien, tras recoger un disparo rechazado de Sadio Mané (el cual se retiró lesionado con problemas musculares y posiblemente se pierda la cita mundialista), perforó la meta defendida por Pavlenka con un bello amago previo. A tenor del 1-0, el Bayern cayó en un cierto pasotismo durante varios minutos en los que su presión tras pérdida resultó más relajada y menos efectiva. Sin embargo, una esplendorosa jugada colectiva del Werder Bremen mediante una combinación a 1-2 toques, iniciada en un saque de banda, permitió a Weiser habilitar a Jung para que batiese a Manuel Neuer sin dificultades. La igualada ofendió al campeón alemán, el cual en 12 minutos anotó tres goles y falló un penalti. En un tramo de juego memorable donde sometió a su rival con un ritmo vertiginoso en la circulación que terminó derivando en una avalancha ofensiva. El segundo tiempo estuvo marcado por una menor tensión competitiva, pero contó igualmente con dos tantos, obra de Gnabry (que completaba su hat-trick) y Mathys Tel, ambos con asistencia de Mazraoui, quien cuajó una de sus mejores actuaciones en varios meses, en el lateral derecho.

Kelleher rescata al Liverpool y el Brighton asalta el Emirates Stadium

En el transcurso de la tercera ronda de la Copa de la Liga, han sido varios los conjuntos de la máxima categoría del fútbol inglés que han sido apeados tanto en 90 minutos como en tanda de penaltis. Ejemplo de ello son Everton, Brentford, Tottenham, West Ham, Crystal Palace, Leeds United, Chelsea o el líder de la Premier League, el Arsenal de Mikel Arteta. El cual ha caído derrotado por 1-3 frente al Brighton, en un partido que afrontó con multitud de suplentes. Mientras que paralelamente, hubieron otros equipos que debieron de aguardar hasta la tanda de penaltis para tumbar a su oponente. Como es el caso del Liverpool frente al Derby County. Donde tras un duelo muy igualado, los de Jürgen Klopp no fueron capaces de rentabilizar su apabullante dominio de la posesión, ante la correosa presión de un oponente que, a partir de un bloque perfectamente unido y organizado, tejió una tela de araña que coaguló cualquier posible progresión del Liverpool por el interior. Por contra, tras el paso por los vestuarios, la agresividad de los dirigidos por Paul Warne mutó en una actitud más conservadora sin pelota. Como resultado de un planteamiento más defensivo que provocó que defendieran más cerca de su portería y que los reds tuviesen más espacio para elaborar la jugada. Pese a ello, el bloque bajo visitante siguió entumeciendo al vigente campeón de copa, el cual se vio abocado a introducir toda la artillería que tenía a su disposición (Harvey Elliot, Roberto Firmino y Darwin Núñez) pero pese a la vitalidad de los revulsivos -especialmente el ariete uruguayo que cada vez atesora un mayor protagonismo en la fase ofensiva- nada pudo remediar que el choque se resolviese desde los once metros. Donde Kelleher se erigió como el héroe de la noche, en una tanda en la que la brillantez brilló por su ausencia.

El Manchester City apea al Chelsea de la Copa de la Liga

Con goles de Mahrez y Julián Álvarez, el Manchester City ha derrotado por 2-0 al Chelsea en el Etihad Stadium. En un duelo marcado por la elevada intensidad que las propuestas de ambos equipos ofrecían. Esto deparó una primera parte donde los de Guardiola -que desplegaron un 1-4-2-3-1 con Palmer de mediapunta y Grealish por izquierda- se esforzaron por enjaular a su rival por medio de su presión alta y una circulación fluida. Mientras que el equipo londinense, establecido a una menor distancia de su portería, planteó el choque de modo que pudiese aproximarse a la meta de un excelente Stefan Ortega asociándose en pocos toques y sin perder de vista a un compañero más lejano. De este modo, el conjunto de Graham Potter consiguió intimidar la meta contraria, pero en ningún momento encontraría una regularidad doblegase el control del juego del contrario. Con estos ingredientes, los primeros 45 minutos resultarían intensos y dinámicos (pese a que ambas escuadras estaban dosificando a la mitad de sus planteles) con aproximaciones peligrosas sobre las dos porterías. Sin embargo, el paso por los vestuarios causó un mayor efecto en los locales, que dominarían de modo totalitario el juego, con un control muy notable de la posesión y una presión sin fisuras en terreno de juego rival, hasta abrir una brecha en el marcador (por medio de un libre directo de Mahrez y un remate de Julián Álvarez tras un rechace de Mendy) que les permitió dosificarse y que convirtió el duelo en un correcalles.

El Manchester United se venga del Aston Villa en la Carabao Cup

El Manchester United se ha reencontrado con su mejor versión frente al Aston Villa, en la tercera ronda de la Copa de la Liga. Seis goles, repartidos en un atractivo 4-2, permiten al equipo dirigido por Erik ten Hag progresar hacia la siguiente ronda copera y reencontrarse con la mejor versión de su juego, tras varias semanas en las que la imagen colectiva había arrojado claroscuros. Para ello, la puesta en escena de los diablos rojos se sustentó en el manejo del balón y la progresión vertical en fase ofensiva, a partir de la superioridad en el centro del campo -para la que el técnico neerlandés dispondría a Bruno Fernandes y van de Beek, en detrimento de los extremos-. En contraposición, el cuadro de Birmingham desplegaría un 4-4-2 sobre el verde de Old Trafford con una propuesta muy similar a la que ofreció en el duelo del domingo pasado: líneas en bloque medio, con menor agresividad sin balón, y despliegue por bandas para transitar tras una recuperación. Con las cartas de ambos equipos levantadas y un duelo a cara o cruz durante 90 minutos, se pudo presenciar un partido intenso, relativamente equilibrado (por la notable capacidad de los villanos para transitar) y abierto, con situaciones de peligro para ambos contendientes -debido a que ninguna de las dos estructuras defensivas mostraba la firmeza necesaria para defender en área propia- donde se impondría la paciencia y la mayor calidad de los locales, que terminarían abrumando a los dirigidos por Unai Emery en los instantes finales.

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