Dos goles de la albiceleste en la primera mitad decantaron un duelo del lado de una Argentina que no se jugaba nada y venció en Chile
El partido era una auténtica final chilena. El Zorros del desierto del Calama, estadio elegido para el partido se vistió de rojo para recibir a la campeona de la última Copa América. Sin Messi o Dybala entre los 11 titulares, Chile necesitaba la victoria para seguir viva en esta recta final de camino al Mundial de Catar.
Pero no comenzó como esperaban los chilenos. Di María, en un latigazo de los que nos tiene acostumbrados a hacer batía a Claudio Bravo y hacía el primero a los 9 minutos de partido. Chile recibió el gol como un jarro de agua fría, pero no tardó mucho en reaccionar e igualar el partido con un cabezazo impecable del jugador de moda; Ben Brereton. Casi sin ángulo, el delantero del Blackburn Rovers se inventaba una vaselina con la cabeza y desataba la locura entre los asistentes.
Tras el gol de “La Roja” y la sensación de que Chile cada vez iba a acercarse más a la victoria, Lautaro acababa con la euforia chilena a los 34 minutos. De Paul le pegó desde su casa, Bravo no rechazó bien y el balón le cayó a un Lautaro que no fallaba en un gol prácticamente regalado.
La segunda mitad comenzó con Chile cada vez más inofensiva, que pese a querer el empate lo hacía con más corazón que fútbol. Algo que cuando tienes delante a Argentina pesa mucho. Chile lo siguió intentando durante toda la segunda parte sin éxito. Por la banda derecha llegó casi todo el peligro local, pero sólo un nuevo cabezazo de Brereton le puso algo de emoción a unos 45 minutos que bajaron mucho de nivel.
Chile se mete en muchos problemas con esta derrota y le quedan ahora 3 partidos por delante para obrar el milagro; Bolivia, Brasil y Uruguay… se acaban las balas.
