El conjunto red ya se ha olvidado de la Premier desde hace meses. Está centrado en la lucha por entrar en Europa, pero partidos como estos hacen dudar incluso de esa posibilidad. El equipo de Klopp no da con la tecla y se sitúa séptimo, mientras que los de Tuchel siguen escalando posiciones y se meten en zona Champions.
El encuentro empezaba muy entretenido para el espectador, pues ambos equipos presionaban arriba, jugando así en largo. En primera instancia lo intentaba el Liverpool, así que el Chelsea dio un pasito atrás. Si bien el conjunto red tenía la posesión, no llegaba a puerta, pues la defensa ‘blue’ era sólida e inexpugnable, siendo así durante los 90 minutos que ha durado este encuentro,
El Chelsea empezó a buscar los contra ataques y metió miedo al Liverpool, con alguna llegada peligrosa del alemán Werner. Y así llegó un gol. En el 25, Werner encontraba un balón entre líneas y batía a Alisson en un error de bulto del brasileño. Pero el Liverpool se salvaba, con el gol anulado por un fuera de juego muy muy ajustado.
Pero el gol terminaría por llegar. En el 43, Mount hacía el 0-1 en una contra, con un chute espléndido del inglés. Llegábamos al descanso con un resultado justo por el juego visto.
El segundo tiempo empezaba con polémica. Kanté hacía una mano clara en el área, pero el árbitro la señalaba como natural, sin pitar penalti. Sin duda, era muy dudoso.
Los dos equipos lo daban todo, llegando a ambas áreas y con oportunidades para los dos conjuntos. Se mostraba muy activo Werner, intimidando a la defensa del equipo de Klopp. El conjunto local no tenía ideas, estaba espeso y no llegaba con claridad con el paso de los minutos. Una metáfora de la Premier que están viviendo. El Chelsea aguantó atrás y los tres puntos volaron para Londres.
El Liverpool se queda séptimo, con 43 puntos, cada vez más lejos de Europa. Si los de Klopp no mejoran, se verán envueltos en muchos problemas, así que deben pelear por ganar partidos y entrar en Champions. El Chelsea, por su parte, con 47 puntos, se meten en Champions tras una serie de victorias muy meritorias.
