
Liverpool y Sheffield United se enfrentaban en la jornada 6 de la Premier League en un encuentro en el que ambos necesitaban sumar urgentemente. Los de Klopp habían comenzado la temporada con muchísimas dudas y ya se estaban dejando muchos puntos mientras que los de Chris Wilder, tras ser una de las revelaciones la temporada pasada, tan solo sumaban 1 punto de 15 posibles.
El partido comenzaría muy mal para los a priori favoritos: Fabinho cometería un penalti sobre Oli McBurnie al intentar arrebatarle el balón, penalti muy discutido por el Liverpool ya que es cierto que el brasileño tocaba el esférico a pesar de derribar con la otra pierna al delantero escocés. Sander Berge transformaría la pena máxima engañando a Alisson para poner por delante a los suyos.

El gol le obligaba al conjunto del noroeste de Inglaterra a remontar el encuentro, aunque, lejos de verse una reacción, pareció afectarles y dejarles algo noqueados, ya que el Sheffield se acercó un par de veces más creando peligro sobre el área red. A pesar de ello, con el paso de los minutos, se empezaron a hacer con el dominio del juego y empezaron a crear más y sufrir menos.
Cuando ya parecía que nos iríamos al descanso con el 0-1, Firmino apareció para poner el empate en la única ocasión clara que tendría su equipo. Jordan Henderson le servía un excelente centro a Mané, que remató de cabeza provocando la estirada de Ramsdale. El guardameta británico dejó el rechace en el centro del área, lo que aprovecharía el delantero brasileño para empujar el balón y poner el marcador igualado antes de dirigirse al túnel de vestuarios.

Tras una primera parte bastante pobre, el Liverpool salió a la segunda mitad algo más enchufado y fue dueño del balón y del peligro durante los 45 minutos finales. Aun así, les faltó bastante claridad en el último tercio de campo, lo que no les permitió crear más ocasiones y llevarse un resultado más cómodo.
En el minuto 62, Salah anotó un gol que posteriormente sería anulado por fuera de juego tras la revisión del VAR, gracias a una excelente asistencia de Alexander-Arnold (que estuvo mejor que lo que venía acostumbrando esta temporada). A penas dos minutos después, llegaría el gol que decantaría el resultado del encuentro hacia los locales. Diogo Jota, que fue titular junto al tridente ofensivo habitual, remató con un potente y colocado cabezazo un centro medido de Mané para poner a los suyos por delante.

Poco más destacable hubo durante el resto del encuentro, que le devuelve a la senda de la victoria al Liverpool pero que no deja un sabor de boca demasiado dulce. A los de Klopp les está costando bastante este año, y sumado a la larga baja de Van Dijk, veremos si les da para volver a ganar la Premier como ya hicieran la temporada pasada. El Sheffield, por su parte, se ve sumergido en un pozo del que si tardan en salir, es posible que ya sea demasiado tarde.