
El campeón de la Premier y el de la Championship se enfrentaban en lo que parecía que podía ser uno de los partidos más interesantes del fin de semana. Pues bien, Liverpool y Leeds no dejaron nada que desear ya que se pudo ver un encuentro emocionante y con siete goles, donde obviamente los ataques brillaron más que las defensas, y donde se acabó imponiendo la mayor calidad de plantilla, la del conjunto de Klopp.
El partido comenzaba con mucho ritmo, algo que se mantendría durante toda la primera mitad. De hecho, ya muy temprano, en el minuto 4, Mohamed Salah buscaría un disparo a puerta que sería bloqueado por Koch con su brazo provocando el penalti que a la postre significaría el primero del encuentro. El propio Salah lo transformó con un potente disparo al centro de la portería que no pudo detener el joven guardameta francés Meslier.

Reaccionaba casi inmediatamente el Leeds United, que tras ver como le anulaban un gol a Helder Costa, puso el empate en el marcador en el minuto 11. Un buen cambio de orientación de Calvin Phillips le llegó a Harrison, que tras driblar a Alexander-Arnold y Joe Gomez marcó un excelente tanto. Los de Bielsa salían muy rápido a la contra y creaban peligro con cierta facilidad a lo que se presupone que es un muro infranqueable como el Liverpool de Klopp.
A pesar de ello, los reds seguían atacando y generaban también mucho peligro porque ninguna defensa estaba siendo capaz de contener el ataque rival. Mané anotó una vaselina anulada por fuera de juego y unos minutos después, antes incluso de llegar al ecuador de la primera parte, Van Dijk puso por delante a los suyos. Gran centro a la salida de un córner de Robertson que el central holandés remató libre de marca con un potente remate que estuvo cerca de ser detenido.

Se sucedían los minutos y el cambio de golpes parecía completamente incontrolable. Tanto es así, que en el minuto 30 el ya protagonista Van Dijk cometió un grave error regalándole el balón a Bamford para que este solo tuviera que definir ante la salida de Alisson y poner el 2-2. A pesar de ello, poco le duraría la alegría a los blancos que verían como 3 minutos más tarde Salah aprovechaba un mal despeje del Leeds en una falta lateral para coger el rechace y fusilar la portería contraria con un disparo que se coló por la misma escuadra poniendo el 3-2.
A partir de aquí, al equipo dirigido por Marcelo Bielsa le costó más llegar y el Liverpool intentó dormir un poco el partido dentro de lo que cabe, siguiendo siempre su marcado estilo de juego intenso y ofensivo. Por ello, pasarían así los minutos y con pocas ocasiones más, se llegaría así al descanso.
La segunda mitad comenzó con un ritmo similar a la primera y con varios ataques por parte de ambos equipos. De hecho, Harrison anotó el que iba a ser el tercer tanto anulado de la noche tras hacer una vaselina preciosa ante la salida del portero internacional por Brasil. No lograban los reds poner dos de ventaja en el marcador y eso le daba alas al Leeds, que no paró de jugar de tú a tú y de creerse que se podían llevar los tres puntos.

En una de esas jugadas, Klich cazó un centro de Hélder Costa con un magnífico control y una potente definición que pondría el empate a tres y desataría la alegría en el banquillo del conjunto del norte de Inglaterra. Los de Klopp veían cómo el partido se les podía escapar y se volcaron en ataque para conseguir el gol de la victoria.
Tras varios disparos, varias jugadas rechazadas por la defensa white y tras un gol anulado dudosamente a Van Dijk (el cuarto invalidado de la noche) por falta de Curtis Jones en un córner, el Liverpool conseguiría lo que tanto ansiaba. Un Rodrigo Moreno que salió de suplente y debutaba en Premier League cometió un infantil penalti sobre Fabinho en el minuto 87. Salah volvió a ser el ejecutor, y lejos de ponerse nervioso por la situación del encuentro, engañó a Miesler para darle la victoria a los suyos, consiguiendo el hat-trick.

Costosa primera victoria para el Liverpool, que consigue los primeros tres puntos de la competición aunque tendrá que sacar conclusiones de su mala actuación defensiva. El Leeds, por su parte, se marcha de Anfield con las manos vacías a pesar de su excelente actuación. Más allá de algún error defensivo que Bielsa tendrá que pulir, ha quedado claro que este conjunto se postula como claro candidato a ser la revelación de esta temporada.