
Llegó la euforia a Los Carmenes, que a pesar de estar vacío estuvo más vivo que nunca. El Granada obró el milagro; ganó holgadamente y tuvo esa pizca de suerte que necesitaba con la derrota del Getafe, que les permite jugar la previa de la Europa League del año que viene. Sin duda esta será una de las noches más recordadas del equipo andaluz que consigue por primera vez en su historia la clasificación a competiciones europeas.
El encuentro comenzaba bastante trabado gracias al buen hacer defensivo sobre todo de los centros del campo de ambos equipos. Por ello, las ocasiones llegaron con cuentagotas en la primera mitad; de hecho, no hubo un claro dominador en estos primeros 45 minutos. A pesar de ello, se notó cuál era el equipo que más se estaba jugando. Por ejemplo, en el minuto 29, un error de Raúl García en la salida de balón acabaría propiciando el primero del encuentro. La mala entrega del futbolista navarro acabaría en los pies de Roberto Soldado, que superó la marca de Unai Núñez y definió picándosela a Herrerín; no le tembló el pulso al valenciano.

El descanso llegaría, por lo tanto, con un 1-0 en el marcador que metía al conjunto nazarí en la sexta posición provisionalmente teniendo en cuenta el empate a cero del Getafe y la derrota por un gol a cero de la Real Sociedad. El Granada cumplía y los resultados parecían favorecerle, por lo que el discurso en el descanso debió de ser algo parecido a “salid ahí a dominar el partido y a ganar”.
Y así fue, si en la primera mitad los de Diego Martínez no consiguieron tener un dominio notable en el juego, en la segunda todo cambiaría por completo. Los andaluces comenzaron a mandar sobre un Athletic que poco más que defenderse hacía, notándose bastante la falta de ambición al no poder optar a entrar en Europa. Fruto de este dominio de posesión, llegarían las ocasiones de parte de los locales, que no tardarían en convertirse en goles.

El segundo del encuentro lo anotaría Antonio Puertas en el minuto 10 del segundo periodo. Un buen contragolpe acabaría en las botas de Neva, que definió y vio como Herrerín le negaba el gol. Aún así, el joven lateral izquierdo recogió el rechace y asistió a Puertas para que este anotara a placer su séptimo gol de la competición. Este gol aún les daría más tranquilidad al asegurar prácticamente la victoria; por lo tanto, solo les quedaba sellar el encuentro y continuar esperando a unos resultados que seguían sonriéndoles.
Unos minutos más tarde, el ex del Almería volvería a ser protagonista en un excelente recorte dentro del área para acabar asistiendo a Carlos Fernández que anotaría el tercero del encuentro. El Athletic no parecía reaccionar y el Granada disfrutaba en el terreno de juego, atento siempre a los resultados de otros campos, que se seguían manteniendo igual. Aún daría tiempo para un cuarto tanto, que llegaría en el descuento gracias a la definición de Montoro tras una jugada embarullada dentro del área bilbaína, con lo que se llegaría al pitido final.

El Getafe terminaría perdiendo su partido por 1-0 (con 3 goles anulados y un penalti fallado, todo sea dicho) mientras que el Valencia repetía el resultado de los madrileños. Por ello, el Granada optaba a una plaza en la Europa League acabando séptimo. Si de algo se puede lamentar la afición granadina, aunque no parezca que esto vaya a ocurrir, es de que la Real Sociedad empató su partido en los últimos minutos, por lo que acabarán por delante del Granada por la diferencia de goles general (la particular la tenían igualada), provocando que los de Diego Martínez tengan que jugar tres rondas previas para entrar en la fase de grupos de Europa League. No parece que esto les vaya a importar a los aficionados, que celebrarán esta noche mágica con mucho entusiasmo, ya que probablemente jamás lleguen a olvidarla.