
Se acabó el calvario para McLaren. Los terribles resultados obtenidos por la escudería británica entre 2015 y 2018 parecen ya cosa del pasado. ¿Los motivos de esta debacle? Una mala gestión, un motor Honda de ínfima calidad, un túnel de viento olvidado y, posiblemente influyera la enorme presión que tenían encima los trabajadores, siempre con el objetivo de dar un coche ganador a Fernando Alonso, cuando para mejorar en Fórmula 1 las prisas no son buenas consejeras.

La revelación de 2019
El pasado curso el equipo cambió de rumbo completamente. Además de una renovación del proyecto, muchos de los directivos e ingenieros fueron sustituidos. Y también, los dos pilotos. Fernando Alonso, que vivió en sus carnes los terribles monoplazas de los años anteriores, y un joven Stoffel Vandoorne que se marchó a probar suerte en la Fórmula E. Ya sin presión, el equipo tenía el entorno idóneo para comenzar a crecer, y consiguieron incluso mejores resultados de lo que se esperaba.
Cuartos en el mundial de constructores – mejor resultado desde el año 2012 – e incluso una fugaz vuelta al podio en el GP de Brasil. La fiabilidad también jugó un papel en la recuperación de McLaren, que bajó sustancialmente el número de abandonos, al igual que las sanciones por cambios de múltiples partes del coche que se sucedían semana sí, semana también en años anteriores. Para 2020, alcanzar a los tres de arriba parece una tarea imposible, pero se espera que afiancen su cuarto lugar, como los mejores del resto del mundo. Y, tal vez, si algún circuito es especialmente favorable, o si se ven muchas carreras accidentadas, puedan volver a colocar alguno de sus pilotos en el podio.
Oasis por un año más
Los pilotos de la escudería para este 2020 serán los mismos que la temporada anterior. El español, Carlos Sainz, y el británico Lando Norris. Entre ellos parece haberse desarrollado una buena relación, que ha contribuido en buena parte a la mejoría del equipo. Sin embargo, la marcha de Sainz a Ferrari al final de la presente temporada, ha forzado a los de Woking a mover ficha, y su asiento lo ocupará el experimentado Daniel Ricciardo. Aunque teniendo en cuenta que Ricciardo y Norris son los bromistas del paddock, apunta a que también estarán en sintonía.

Pero volvamos a lo importante, a esta extraña temporada que se nos avecina. Carlos viene de firmar su mejor año desde que llegó al Gran Circo, quedando sexto en el Mundial, solo por detrás de los dos Mercedes, los dos Ferrari, y uno de los Red Bull. Su consistencia en carrera y su confianza en materia de adelantamientos ha sido una gran noticia, tanto para la escudería, como para los aficionados españoles. Mientras, Norris demostró su velocidad los sábados, pero no consiguió sacar tanto rendimiento en carrera. Aunque siendo un recién llegado a la Fórmula 1, tendrá tiempo de mejorar sus capacidades.
2020 será para McLaren, como para casi todos, un año de transición. Pero también será la prueba de fuego para corroborar la progresión del equipo, y ver si, en las próximas temporadas, volverá a ser un firme candidato a conseguir títulos. El lugar que, por historia, nunca deberían haber abandonado.